1º Primero desecha: Empieza por desechar todo de una vez
Cuando organizas tu espacio por completo, transformas el escenario que te rodea. El cambio es tan profundo que sentirás que vives en un mundo totalmente distinto. Esto influye de manera muy profunda tu mente. La clave es hacer el cambio de manera tan repentina que experimentes un cambio total de actitud.
Cuanto más tiempo te lleve, más cansado te sentirás y más probable te des por vencido cuando apenas hayas hecho la mitad.
«Rápido» significa más o menos medio año
Cuando hayas concluido el proceso y experimentado lo que se siente estar perfectamente organizado, te habrás liberado para siempre de la idea equivocada de que no eres bueno para organizar.
Como hemos visto, esto sólo involucra dos tareas: eliminar cosas y decidir donde guardarlas. Ni siquiera pienses en guardar tus cosas antes de haber terminado el proceso de eliminación. No seguir este orden es una razón de que mucha gente nunca logre un avance permanente. A penas van a media eliminación y ya empiezan a pensar dónde poner las cosas. Tan pronto como piensan, «me pregunto si esto cabrá en este cajón», detienen su trabajo de eliminación. Puedes pensar donde poner las cosas cuando hayas acabado de deshacerte de todo lo que no necesitas.
Empezar por eliminar
NO OMITIR ESTE PASO.
Vamos a ayudarte con ese análisis, por ejemplo:
¿Qué fue lo que te motivó a organizar en un principio? ¿Qué esperas alcanzar mediante la organización?
"Antes de irme a la cama, me daría un baño, quemaría aceites aromáticos y escucharía música de piano o violín clásico mientras hago yoga y bebo té de hierbas. Me quedaría dormida con una imperturbable sensación de espacialidad".
Es importante que logres ese grado de detalle y tomes notas cuando visualices tu estilo de vida ideal
Rellena el Formulario
Te sirve de guía para visualizar el estilo de vida que deseas.
¿Es hora de empezar a desechar? No, aún no.
El sentido tanto de desechar como de conservar cosas es ser feliz.
Puede parecer obvio, pero es importante que tú mismo experimentes esta conclusión y la incorpores en tu corazón. Antes de empezar a organizar, observa el estilo de vida al que aspiras y pregúntate: «¿Por qué quiero organizar?». Cuando encuentres la respuesta, estarás listo para avanzar al siguiente paso: examinar lo que posees.
¿Por qué quieres hacer aromaterapia antes de irte a dormir? ¿Por qué quieres oír música clásica mientras haces yoga? Si tus respuestas son «porque quiero relajarme antes de dormir» y «quiero hacer yoga para bajar de peso», entonces pregúntate por qué quieres relajarte y por qué quieres bajar de peso. Quizá tus respuestas sean «No quiero sentirme cansado cuando me vaya a trabajar al día siguiente» y «Quiero ponerme a dieta para ser más atractivo». Y, de nuevo, vuelve a preguntarte el porqué de cada respuesta. Repite este proceso de tres a cinco veces por cada tema.
Cómo elegir: ¿Esto me hace feliz? ¿Qué criterio usas para decidir qué desechar?
¿Te hace feliz ponerte ropa que no te da placer?
¿Te da alegría estar rodeado de montones de libros que no te tocan el corazón?
¿Crees que poseer accesorios que nunca usarás puede traerte felicidad?
Ahora imagina que vives en un espacio que sólo contiene cosas que te dan felicidad. ¿No es el estilo de vida que sueñas?
¿Por qué quieres hacer aromaterapia antes de irte a dormir? ¿Por qué quieres oír música clásica mientras haces yoga? Si tus respuestas son «porque quiero relajarme antes de dormir» y «quiero hacer yoga para bajar de peso», entonces pregúntate por qué quieres relajarte y por qué quieres bajar de peso. Quizá tus respuestas sean «No quiero sentirme cansado cuando me vaya a trabajar al día siguiente» y «Quiero ponerme a dieta para ser más atractivo». Y, de nuevo, vuelve a preguntarte el porqué de cada respuesta. Repite este proceso de tres a cinco veces por cada tema.
Una categoría a la vez
Antes de decidir qué conservas, junta todo lo que pertenezca a la misma categoría, todo de una vez. Toma todos esos objetos y júntalos en un solo lugar.
Si tienes demasiada ropa, puedes establecer subcategorías como camisas, pantalones, calcetines, etcétera, y examina tu ropa subcategoría por subcategoría.
Juntar todos los objetos del mismo tipo en un solo lugar es esencial para este proceso, pues te da una idea exacta de la cantidad de cosas que tienes.
¿Impactada ante el mero volumen?
Es difícil si, lo sabemos, cuesta mucho desechar las cosas que tanto esfuerzo nos ha costado conseguir.
Hay 3 factores añaden valor a las pertenencias: función, información y apego emocional. Cuando se le añade el elemento de rareza, se multiplica la dificultad para elegir qué eliminar. A la gente le cuesta trabajo deshacerse de cosas que aún podrían usar (valor funcional), que contienen información útil (valor informativo) o con lazos sentimentales (valor emocional). Cuando estas cosas son difíciles de conseguir o restituir (rareza), se vuelven aún más difíciles de desechar.
La mejor secuencia es:
-
Ropa
-
Libros
-
Papeles
-
Objetos varios (komono)
-
Y por último, los objetos y suvenires sentimentales.
El orden para organizar - 1º Ropa
1. El orden correcto de las categorías
En la primera categoría (la ropa), para tener mayor eficiencia, te recomiendo dividir las prendas en las siguientes subcategorías:
- Camisas, blusas, suéteres, etcétera Pantalones, faldas, etcétera
- Ropa para colgar (sacos, abrigos, trajes, etcétera)
- Calcetines
- Ropa interior
- Bolsas de mano y cosas similares
- Accesorios (bufandas, cinturones, sombreros, etcétera)
- Ropa para actividades específicas (trajes de baño, uniformes, etc.)
- Zapatos
Cómo guardar la ropa Dóblala bien y solucionarás tus problemas de espacio
La energía que transmiten las manos de una persona en nuestra piel parece curar el cuerpo y el alma. El acto de doblar implica mucho más que compactarla para guardarla. Es un acto de cariño, una expresión de amor y aprecio por la manera en que esa ropa contribuye con tu estilo de vida.
Cuando domines esta técnica te gustará practicarla todos los días y te será una habilidad útil por el resto de tu vida.
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La clave es guardar las cosas de manera vertical
El propósito es doblar cada prenda en un rectángulo simple y regular.
Hay mucha ropa a la que es mejor guardar colgada. Esta incluye abrigos, trajes, sacos, faldas y vestidos.
Para hacerlo, cuelga las prendas pesadas del lado izquierdo y las ligeras del lado derecho. Las pesadas incluyen las que son largas, de materiales más pesados y color oscuro. A medida que avanzas al lado derecho del perchero, la longitud de las prendas disminuye, su material se adelgaza y su color se aclara.
Cómo guardar calcetines. Trata tus calcetines y medias con respeto
Dóblalas longitudinalmente por la mitad. Luego en tercios y asegúrate de que las puntas queden dentro, no fuera, y de que el resorte sobresalga ligeramente en el extremo. como un rollo de sushi.
Cuando guardes las medias en tu cajón, acomódalas de punta para que se vea la espiral.
Para los calcetines cortos, que sólo cubren el pie, basta con doblarlos dos veces; para los calcetines que llegan al tobillo, tres veces; para los que llegan a la rodilla y más arriba, de cuatro a seis veces. Puedes ajustar el número de pliegues para lograr la altura que quepa mejor en al cajón. Es fácil. Sólo procura hacer un rectángulo simple.
Ropa de temporada. No almacenes la ropa de otras temporadas
La costumbre de empacar la ropa de temporada ya es obsoleta. Ya es hora de abandonar esta costumbre y tener toda nuestra ropa lista para usarla todo el año sin importar la estación.
El orden para organizar - 2º Libros
El orden para organizar - 3º Papeles
Pon todos tus libros en el suelo. Dividir en cuatro grandes categorías:
- Generales (libros que lees por gusto)
- Prácticos (libros de consulta, recetarios, etcétera)
- Visuales (colecciones fotográficas, etcétera)
- Revistas
Una vez apilados, tómalos con la mano, uno por uno, y decide si quieres conservar o desechar cada uno. El criterio es si te hace sentir placer o no cuando lo tocas.
Al igual que con la ropa, necesitamos detenernos y pensar en el propósito que tienen estos libros. Mejor toma cada libro con la mano y decide si te mueve o no. Conserva sólo los libros que te harán feliz con sólo verlos en los libreros, esos que amas de verdad.
El método que usa KonMari es muy sencillo, recomienda tirar cualquier cosa que no pertenezca a una de tres categorías:
• actualmente en uso
• requeridos por un periodo limitado
• los que deben guardarse o uso ocasional(pólizas de seguros, contratos, etc)
Por cierto, la palabra «papeles» no incluye papeles con valor sentimental como las viejas cartas de amor o los diarios. Puedes dejar las cartas de amigos y amores para cuando te ocupes de los artículos sentimentales.
El orden para organizar - 4º Komono
A diferencia de la ropa o los libros, esta categoría incluye una gama muy diversa de artículos, y la sola idea de dividirlos y organizarlos parece abrumadora. Sin embargo, si los abordas en el orden correcto, esta tarea se vuelve bastante sencilla. El orden básico para organizar los komono es el siguiente:
• CDs y DVDs
• Productos para el cuidado de la piel Maquillaje
• Accesorios
• Objetos de valor (pasaportes, tarjetas de crédito, etcétera)
• Aparatos eléctricos y electrónicos (cámaras digitales, cables de corriente, cualquier cosa que parezca vagamente «eléctrica»)
• Artículos para el hogar (materiales de papelería y escritura, juegos de costura, etcétera)
• Provisiones domésticas (artículos perecederos como medicamentos, detergentes, pañuelos, etcétera)
• Artículos de cocina/alimentos Otros
• El dinero suelto «Las monedas, al monedero»
(Si tienes muchos artículos relacionados con un interés o afición en particular, como un equipo para esquiar, entonces trátalos como una sola subcategoría).
La mayoría de la gente vive con una asombrosa inconciencia respecto de todos los cachivaches que ocupan espacio en su casa.
• Regalos
• Cajas de teléfonos celulares
• Cables no identificados
• Botones sueltos
• Cajas de aparatos electrodomésticos
• Televisores y radios descompuestos
• La cama para el invitado que nunca viene
• Muestras de cosméticos para los viajes
• Productos de última moda en salud
• Chucherías de regalo
El orden para organizar - 5º Objetos sentimentales
Es interesante cómo la mente humana intenta encontrarle un sentido incluso a lo absurdo.
Es curioso cómo suelen aparecer fotos en los lugares más inesperados mientras organizamos otras categorías, resulta mucho más eficaz ponerlas en un sitio cada vez que encuentres una y ver qué harás con ellas al final.
El método correcto es retirarlas todas de sus álbumes y mirarlas una por una.
- Tirar las que están borrosas, repetidas
- Clasifícalas por temas, por años o por viajes.
Guárdalas en un álbum, o en un CD.
En el libro recomienda que te deshagas de las cosas que te sobren, todas de una vez. Regálaselas a los amigos que las necesiten, dónalas o llévalas a una planta de reciclaje. Tal vez pienses que eso es tirar el dinero, pero reducir el volumen de tus cosas y librarte del exceso es la manera más rápida y efectiva de poner tus cosas en orden.
Cuando ya has experimentado la libertad que te da una vida sin provisiones excesivas, no querrás retroceder y dejarás de acumular cosas de manera natural.
Es importante hacer un recuento de tus posesiones actuales y eliminar el exceso.
Sigue desechando hasta que sientas el «clic»
Si sigues tu intuición, todo estará bien
«Elige las cosas que te despierten alegría cuando las toques».
«Cuelga cualquier prenda que parezca más feliz en un gancho».
«No te preocupes por tirar demasiadas cosas. Llegará un momento en que sepas cuánto es lo correcto».
Deshacerse de cosas no implica perder las experiencias del pasado ni tu identidad.
Cuando confrontamos honestamente las cosas que poseemos, éstas evocan muchas emociones en nuestro interior. Esos sentimientos son reales.
Es como si tu vida hubiera sido tocada por la magia. Poner tu casa en orden es la magia que crea una vida vibrante y feliz.
Cómo ordenar tus cosas para tener una vida emocionante
- Primero desecha, luego guarda.
- Asigna un lugar para cada cosa.
- El almacenamiento: busca la máxima sencillez.
- No disperses los espacios de almacenamiento.
- Olvídate del «plan de circulación» y de la «frecuencia de uso».
El desorden tiene dos causas posibles: se requiere demasiado esfuerzo para guardar las cosas o no está claro cuál es el lugar que les corresponde.
Si te propones tener una habitación ordenada, lo más importante es que planees tu almacenamiento de tal modo que puedas saber de un vistazo dónde está todo y no preocuparte por los detalles de quién hace qué, dónde y cuándo.
No hay para qué complicarse. Sólo establece dónde guardar tus cosas según el diseño de tu casa y solucionarás tus problemas de almacenamiento.
cuando ya han creado un plan sencillo de almacenamiento nunca tienen que preguntarse dónde va cada cosa pues se vuelve natural en ellos ponerlas en su lugar, y por ende, ya no hay desorden en su hogar.
Guarda todas las cosas similares en el mismo lugar o en sitios muy cercanos. Si sigues este consejo, descubrirás que has creado un plan de tránsito muy natural.